El calor de leña se utiliza en:
- Estufas, insertables y chimeneas en viviendas unifamiliares (troncos, pellets, briquetas)
- Calderas en edificios colectivos (pellets, astillas),
- Sistemas de calefacción en redes de calefacción (pellets, astillas).
Objetivos
Para mitigar los efectos del cambio climático, mientras que el primer reto de nuestra región es reducir el consumo de energía en los edificios y el transporte, el segundo es consumir energía descarbonizada. Esta última representa una cuota del 14,5% del consumo del territorio en 2019, de la que sólo el 3,4% se produce localmente (5,3% con bombas de calor).
Se ha definido un escenario para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050 incrementando el uso de las energías renovables (ER) producidas.
El Plan Territorial Conjunto Energía Clima Aire (PCAETs) presenta así un objetivo de energías renovables locales (producidas en el territorio de la metrópolis) que cubrirá el 44% del consumo energético en 2050.
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Ejemplo de proyecto
La central de calefacción de leña de la piscina de Héraclès en Saint-Brès.